martes, 3 de mayo de 2011

Bien decia Silvio

En estos días, asesinos del mundo, bien decía Silvio. 
     Estos días, en que la vida es valuada en piezas monetarias. En que los corazones laten segundo tras segundo el afán consumerista. Días en que las ideas se interponen a la vida, como aurora circundante a los cuerpos, cuerpos encaminados día a día a trabajar para los bancos, porque allá es donde va a parar todos nuestros frutos del sudor.
     Estos días en que nos controlan con la pura mierda que sale por la televisión, pura mierda para que compres como un maniático.  Pura mierda que nos opaca la verdad, nos guía a lo que quieren que creas y hay nos quedamos. Vemos, como uno de los idiotas mas grandes del mundo hace su boda y todos quedan impregnados de su idiotez de príncipe. Pura mierda que nos confunde con beatificaciones papales, que ni ellos mismos entienden. Salgan de esas iglesias Papales Beatos, salgan porque hay no llega el sol, no llega la lluvia bendición del creador. Salgan de esas iglesias, por que los pobres están allá fuera.
    En estos días de vías verdes, días en que preferimos sembrar cemento y carreteras, días en que el dinero vale más que la educación. Días en que ya no se ve a tito kayak en un poste trepao, ¿ahonde ta ese tipo? Días en que se nos oculta nuestro pasado, aunque sea horroroso es necesario para conocernos que es a su vez cosa necesaria para encaminarnos.
    Pero estos días, simples, llanos, imparciales y faltos de luz, son nada comparados con los que vendrán.  A caso alguien se ha preguntado, ¿Qué pasaría si ya no tenemos que comprar?, ¿Qué tal si ya no tenemos carnes en las tiendas, arroz en las góndolas? ¿Nos pasaremos mendigando con los estómagos pegados a la espalda con un hambre vieja? Cuando llegue ese día, párense de frente su viejo amigo televisor, y cómanselo porque es más blando que el cemento.

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