miércoles, 12 de diciembre de 2012

En un Caño


Un sol tibio y naranja
vestía el atardecer,
entre edificios pude ver
el adiós que me daba.
Era la entrada
a la rica ciudad.
Pues no pienso dudar
la riqueza que tiene,
de humilde gente
y fuerte voluntad. 

En San Juan, por allá
su bahía comienza.
Allí hace la trenza
dividiendo la ciudad,
uniendo las lagunas.
San José y Los Corozos
atravesando con gozo
el Canal de Suárez.
Terminando el viaje
en Boca de Cangrejos.

El caño parte a mitad
ocho comunidades,
no individuales.
La Cantera,  Marina,
Santurce Buena Vista
y Ciprian, norte forman.
Para el sur Las monjas,
Parada Veintisiete,
Hato Rey, conjuntamente
a Israel, son la norma.

A los aviones feroces     
que tiemblan edificios,  
pasen al techo del rico  
y no al de los pobres.    
Ya que mi alma conoce 
que esta tierra abrió      
su corazón bravío           
a extranjeros hermanos.
Haciendo de este caño  
su segundo bohío.