lunes, 12 de septiembre de 2011

Perfil de un Terrorista Imaginario

Una década se transcribe como la sucesión de diez años transcurridos consecutivamente. Dos estructuras edificadas implosionadas se transcribe como la máxima expresión de terror perpetrado por un pensamiento anti-norteamericano. Un terrorista se transcribe como un barbudo islámico, apestoso y hombre que vive en las montañas Afganas, escondiéndose de sus genocidios de infieles. Confiadamente puedo gritar, ¡Mierda!

Y claro, este primer párrafo me lleva a ser el ser mas detestable e inhumano sobre la faz de este hemisferio, unos me llamaran hijo del diablo!, vendiste tu alma! Hay viene este comunista, vete a vivir para Cuba!  Y por último, MALAGRADECIDO, el americano te da becas para que estudies, trabajo, seguro social, cupones, planes médicos… y una lista interminable de bienes. Entonces, ¿qué hago?, ¿suprimo mis pensamientos e intento no decir las palabras prohibidas como imperio o revolución?

                Entonces, el segundo párrafo me lleva a la justificación del acto. Bueno eso si pienso como la masa. Zombies maltrechos mentalmente, con la conciencia vagabundeando por el mar de su ignorancia. Alimentados por visualizaciones provenientes de la caja demoniaca proyectadora de basura televisada. Volvamos a la justificación, ¿Qué justifico o estaría justificando? Pues nada, porque hacerlo me llevaría a pertenecer a un bando, ósea al pensamiento simplista del bien y el mal. Prefiero pensar en aquellas palabras de Gandhi, “ojo por ojo y el mundo quedara ciego”.

Me paro en Nueva York y grito. ”Aquí, dos mil seiscientas personas perecieron, víctimas del terrorismo. Que el peso de nuestras balas llegue a los perpetradores destos actos.” Y la muchedumbre aplaude, y así comienza la guerra.

Me paro en el Japón y grito. ”Allá, dos mil seiscientas personas perecieron, víctimas del terrorismo. Que el peso de nuestras balas llegue a los perpetradores destos actos.” Y de la muchedumbre sale Humitsu Masusaka. -“¿Telolismo?, y la dos bombas que matalon intantaneamente a docientomil y piko de nuestlos abuelos. ¿Quen la tiro?, ¿el VietCong?, ¿Al Qaeda?, ¿los Machetelos? Telolista tu padle so…..” y así comienza una lluvia de piedras hacia mí.

Me paro en Latinoamérica y grito. ”Allá, dos mil seiscientas personas perecieron, víctimas del terrorismo. Que el peso de nuestras balas llegue a los perpetradores destos actos.” Y de la muchedumbre sale Juan Rodriguez. –“Que el peso de las balas caiga sobre la CIA, esos desgraciaos acabaron con nuestros mejores Presidentes. Aquellos que realmente se preocupaban por el bienestar de los pobres. Como Roldos, Torrijos, Allende…” y termino mi corta gira mundial.

Entonces, que carajo le pasa a este mundo. ¿A caso la gente se polariza de acuerdo a su corta visión del yo? Solo sé que las balas no se hacen con un nombre, pero si con el verbo matar. También se que el que mata o está dispuesto a matar, esta guiado por fuertes sentimientos de egoísmo. Y el que está dispuesto a morir esta guiado por fuertes sentimientos de libertad.

Para culminar, podemos realizar la más magna investigación y dar a parar con la conspiración que acabo en días como el 11 de septiembre. Claro, van presos, salen en diez años y vuelven más capacitados, pues no cometerán los errores que llevaron a descubrirlos. Sacar a los Bush, Cheney, Rockefeller… A los Francis Elisha Riggs, Blanton Winship, Desiderios Cartagenas, Alejo Maldonados y Romeros Barceloistas no nos ayudaría de mucho, pues llegaran otros a reemplazarlos. Mejor dediquemos nuestras energías a librarnos del pensamiento egoísta de que cada crecimiento económico es un beneficio para la humanidad.

jueves, 1 de septiembre de 2011

De Pitirres Enfurecidos


     Sera que el viento arrastra lo que ya en otros lados en ruinas se halla. Como es que este ser pasea entre nosotros inadvertido y nos toca día a día con su suavidad infinita. Cuando nos abate con su furia arranca todo a su paso dejando una devastación impresa en aquellos que jugaran el papel de testigos. También empuja el mar desde la lejanía del horizonte para crear dunas licuadas que han de romper en la orilla desgarrándole el alma a la tierra.
-¡En este vaivén nos ha tenido toda la vida!, exclama un pitirre.
-¡Ayer me dejo huérfano, arranco mi nido, mi árbol, se lo ha llevado todo!
-¡Maldita sea Bóreas, Noto, Céfiro, Euro, Huracán, maldita sea la hora de los cambios en temperatura que te provocan, maldita sea la hora en que fuiste creado, maldita sea la respiración de los dioses, maldita sea sin importar de donde vengas!
-¿Por qué no vas y soplas a tu madre?, ¡Cabrón!
Ante las palabras y maldiciones llenas de furia del pitirre, se abre paso entre las nubes y cae a tierra una ráfaga resoplando las plumas de nuestro amigo enfurecido.
-¡Llévame a mi hijo de puta!, exclama abriendo sus alas al cielo.
     Vuelve a caer otra ráfaga, esta vez alzando nuestro amigo por los aires. Mientras va cayendo, el pitirre siente una ventisca por sus oídos, que a su entender le susurraban unas palabras.
     Nuestro amigo calla y olvida su furia. Se da a la tarea de recoger y construir un nuevo nido. Pues este alcanzo a comprender que de las ruinas nacen nuevas construcciones, que si nos devasta es para borrar y comenzar de nuevo, que si nos llegan olas a degastar la tierra, es porque el mundo cambia constantemente y no es una bola estática sin vida ni nada que ofrecer. También comprendió que el viento es su amigo ya que este le tiende una mano para que alce vuelo libre por los cielos que han de llevar brisas que susurran este cuento.