domingo, 8 de abril de 2012

Esperanzas

Este aliento a ciudad
esa caravana de autos inmóviles
ese progreso de falsedad.
Bocinas anunciando calamidades.

Este aire vació, solitario.
Esta caverna de edificios
nos hieren y convidan al vació
haciendo nuestra esperanza añicos.

Y en esa lujuria cuajada
del amanecer al poniente
quedan vidas desmanteladas
encerradas en el desierto caliente

Entre las débiles miradas
de nuestras falsas aspiraciones
quedan nuestras almas desoladas
entre cemento y edificaciones

Y en este mar de carreteras
en mi frente y en mi pecho
sale una gritería entera
que me sacan de este mortal lecho.

Oh montaña altiva
reluciente y envejecida
sácanos de este desbarajuste
libramos de este caudal ruidoso
llévanos a tu cima
y alzanos como una bandera
suéltanos y déjanos libre
como su pelo en el viento
frente al mar.

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